Invadir una ciclovía en Puebla ya no será un descuido sin consecuencias. Con la reciente aprobación de un dictamen en el Ayuntamiento, las multas para automovilistas, motociclistas o comerciantes que obstaculicen estos espacios podrán alcanzar los 11 mil 314 pesos, lo que representa un aumento de más del 2,400 % respecto a las sanciones anteriores.
En este blog conocerás todos los detalles de la nueva medida, su origen, los motivos que la impulsan y cómo busca transformar la movilidad en la capital poblana hacia un modelo más seguro, respetuoso y sustentable.
Una decisión que redefine la Ciclovía en Puebla
Durante la sesión de la Comisión de Infraestructura, Movilidad y Servicios Públicos, los regidores aprobaron un dictamen para endurecer las sanciones a quienes invadan las ciclovías del municipio. Antes, la infracción era castigada con apenas 2 a 4 Unidades de Medida y Actualización (UMA), equivalentes a entre 226 y 452 pesos. Ahora, con la modificación aprobada, el rango aumentará a 80 a 100 UMA, es decir, entre 9 mil 051 y 11 mil 314 pesos.
El cambio no crea una nueva norma dentro del Código Reglamentario Municipal (COREMUN) ni del Reglamento de Tránsito, sino que recategoriza una infracción existente originalmente aplicada a quienes invadían el carril confinado del sistema RUTA (Red Urbana de Transporte Articulado). De esta manera, la misma sanción se extenderá a quienes obstaculicen o utilicen indebidamente las ciclovías en la capital.

Por qué Puebla decidió endurecer las sanciones
La medida surge ante un problema cotidiano que se había vuelto normal: vehículos estacionados sobre las ciclovías, motociclistas circulando dentro de los carriles exclusivos y comercios que utilizan el espacio ciclista como área de carga o exhibición.
De acuerdo con los regidores locales, las multas por invadir ciclovías no se habían actualizado desde hace varios años, lo que las volvía poco efectivas para prevenir infracciones.
Con este ajuste, el Ayuntamiento busca generar un cambio de comportamiento real y fomentar el respeto hacia los usuarios de bicicleta y el espacio ciclista de Puebla, recordando que la ciclovía es una vía pública dedicada a la movilidad segura, no una extensión del estacionamiento ni un espacio comercial.

El dictamen, avalado en comisión, será turnado al Cabildo de Puebla para su análisis y aprobación final por parte del cuerpo edilicio y el alcalde José Chedraui Budib. Antes de que entren en vigor —previsiblemente en marzo de 2026—, las modificaciones deberán publicarse en el COREMUN, momento en el cual comenzarán a aplicarse oficialmente las nuevas sanciones.
Un paso firme hacia la seguridad ciclista
Para el regidor Leobardo Rodríguez Juárez, este incremento no busca recaudar más, sino proteger la vida de las personas que se trasladan en bicicleta. En Puebla, los ciclistas enfrentan a diario riesgos por invasiones constantes, giros indebidos o falta de infraestructura conectada.
La ciclovía Puebla se ha convertido en un símbolo de cambio urbano: permite moverse de manera más ágil, económica y sustentable, pero su funcionalidad depende del respeto ciudadano. El aumento de multas se plantea como un acto de responsabilidad compartida, en el que automovilistas, motociclistas y peatones asuman un papel más consciente dentro del espacio público.

Sanciones, conciencia y futuro urbano
El endurecimiento de las multas por invadir ciclovías y la exigencia de cascos certificados forman parte de una estrategia más amplia para mejorar la movilidad urbana. No se trata solo de aplicar sanciones más altas, sino de impulsar una cultura del respeto mutuo, donde cada actor —ya sea conductor, peatón o ciclista— reconozca su papel en la seguridad vial.
Estas decisiones también reflejan un esfuerzo por alinear a Puebla con las políticas nacionales e internacionales de movilidad sustentable. La bicicleta, más que un medio alternativo, es una herramienta que reduce emisiones, promueve la salud y equilibra el uso del espacio público.
Ciclovía Puebla: símbolo de una ciudad que aprende a compartir
La ciclovía Puebla no es solo una línea pintada en el asfalto. Representa una transformación social y urbana que avanza a paso constante. Con esta modificación, el Ayuntamiento da un mensaje claro: quien invada un carril ciclista pone en riesgo vidas y debe asumir las consecuencias.
Las sanciones buscan recuperar el valor del espacio público, fomentar el respeto y construir un entorno donde el transporte limpio y eficiente sea una opción real. Proteger las ciclovías es proteger la ciudad entera, su movilidad y su futuro.

Puebla y las ciudades que siguen el mismo camino
Las acciones locales forman parte de un cambio que se replica en otras partes del país. En el sureste, Mérida avanza con un modelo de infraestructura que prioriza la bicicleta como transporte urbano y atractivo turístico, como se muestra en Ciclovías en Mérida 2025.
De igual forma, distintas capitales trabajan para extender su red de ciclovías rumbo al próximo Mundial, con el objetivo de dejar un legado de movilidad sustentable y segura en todo el país. Puedes conocer más sobre estos proyectos en Expansión de ciclovías rumbo al Mundial 2026.
Ciclovía en Puebla: igual a respeto que transforma la ciudad
El incremento en las sanciones no es una medida aislada, sino un reflejo de la evolución que vive Puebla. Endurecer las multas por invadir una ciclovía es una forma de reconocer el valor de la vida y del espacio compartido.
La bicicleta no solo es un medio de transporte; es una expresión de movilidad moderna, sostenible y humana. Y cuando una ciudad protege a quienes pedalean, demuestra que está lista para avanzar hacia una convivencia vial más justa.
La ciclovía Puebla se consolida como un símbolo de este cambio: una vía que invita al respeto, promueve la seguridad y marca el rumbo hacia una urbe que se mueve con conciencia.






