Cada vez es más común ver ciclovías en la ciudad, pero no todas son iguales. Algunas tienen postes, otras solo están pintadas en el suelo, y unas más comparten el espacio con los autos. Estas diferencias no son casuales, ya que hay distintos tipos de ciclovías, y cada una responde a una necesidad distinta según el lugar, el tránsito y la forma en que se quiere mover la gente.
Este blog está pensado para que conozcas los diferentes tipos de ciclovías, cómo están hechas y por qué es útil saberlo, tanto si usas la bicicleta como si simplemente te mueves todos los días por la ciudad.
Ciclovía temporal: un tipo de ciclovía de respuesta rápida
Uno de los tipos de ciclovías más comunes en momentos de cambio o necesidad urgente es la ciclovía temporal. Este tipo se instala rápidamente, sin obras complicadas, y permite que las personas empiecen a usar la bici en trayectos que antes no estaban preparados para eso. Sirve como solución rápida o para poner a prueba una ruta que después podría transformarse.
Estas ciclovías temporales se colocan con conos, trafitambos, barreras plásticas o postes ligeros. También pueden tener señales sencillas que indican el inicio y fin del recorrido. En ocasiones, se añaden luces pequeñas para que sean visibles por la noche.
Son comunes en zonas escolares, calles cercanas a estaciones o áreas donde se quiere probar si la bici puede ser una buena opción de traslado. Como uno de los tipos de ciclovías más flexibles, permite adaptar el espacio sin necesidad de cambiar todo el entorno.

Ciclovía con separación física: un tipo de ciclovía más estable
Este tipo de ciclovía ya forma parte del diseño de la calle y no se coloca de forma provisional. La característica principal es que tiene una separación clara entre el espacio para bicicletas y el de los vehículos. Esa división puede hacerse con confinadores (confibicis) , bolardos o piezas fijadas al piso. También se usan colores brillantes, flechas y dibujos que indican por dónde circular.
Este tipo de ciclovía ayuda a que cada persona tenga claro el espacio que puede usar. También se incluyen letreros verticales, símbolos pintados en el pavimento y, en algunos casos, materiales antideslizantes o reflejantes. Son muy útiles en avenidas amplias, rutas donde hay mucho flujo de personas o caminos que conectan puntos importantes de la ciudad.

Ciclovía con vialidad compartida: un tipo de ciclovía para calles con poco espacio
En algunas calles no hay lugar suficiente para dividir carriles con objetos físicos. En esos casos, se usa la ciclovía compartida. Este tipo permite que las bicicletas y los autos circulen en el mismo espacio, pero con reglas claras. Aunque no tiene barreras, sí cuenta con símbolos y señales en el pavimento que avisan a todos que en ese tramo hay paso de bicicletas.
Las ciclovías compartidas suelen usarse en calles tranquilas, colonias o trayectos donde el tráfico es menor. Se marcan con dibujos de bicicletas, palabras como “solo bici” o líneas de color. Algunos tramos también incluyen balizas que llevan consigo luces led solares. Este tipo de ciclovía es una forma práctica de dar espacio a quienes se mueven en bici sin hacer cambios estructurales en la calle.

Ciclovía de un solo sentido o de doble sentido
Dentro de los tipos de ciclovías también se pueden clasificar según la dirección en que permiten avanzar. Algunas solo dejan circular en una sola dirección, mientras que otras permiten ir y venir por el mismo carril. Esto depende del espacio disponible y del trayecto que se busca cubrir.
Las ciclovías de doble sentido se colocan en camellones, avenidas amplias o parques. Están marcadas con flechas, líneas divisorias y, en muchos casos, con hitos de colores altamente visibles para evitar invadir el carril opuesto. Estos tipos de ciclovías ayudan a organizar mejor los trayectos y hacen que moverse en bici sea más cómodo y directo.

Carril bus-bici: un tipo de ciclovía que se comparte con el transporte público
Este es uno de los tipos de ciclovías menos conocidos, pero cada vez más utilizado. En algunas ciudades, el carril exclusivo para autobuses también se comparte con bicicletas. Es decir, los ciclistas pueden circular por el mismo carril que usan los camiones, lo que les permite avanzar sin interrupciones del resto del tráfico.
Aunque puede sonar extraño al principio, este tipo de ciclovía funciona mejor en calles donde los autobuses ya circulan a baja velocidad y hacen paradas frecuentes. También se usa en lugares donde no hay suficiente espacio para tener una ciclovía aparte. Es importante que el carril esté bien señalado, con símbolos visibles que informen que las bicicletas también pueden transitar por ahí.

Sendero compartido: un tipo de ciclovía junto al peatón
Entre los tipos de ciclovías, el sendero compartido es uno de los más tranquilos. Aquí, ciclistas y peatones usan el mismo espacio para moverse, sin separaciones físicas. Son comunes en camellones, parques o vías recreativas donde hay suficiente ancho para que ambos circulen sin problema.
Aunque se puede pedalear sin restricciones, es importante hacerlo con respeto. Las personas que caminan tienen prioridad, así que si vas en bici, baja la velocidad y, si es necesario, usa un timbre para avisar tu presencia. Es una forma sencilla de evitar sustos y hacer más agradable el trayecto para todos.
Este tipo de ciclovía es ideal para paseos, trayectos cortos o zonas donde lo más importante es la convivencia, más que la rapidez.

Bonus: Ciclovía recreativa, uno de los tipos de ciclovías favoritos
A diferencia de otras, esta ciclovía no se marca con pintura ni se instala con postes. Se crea cuando algunas calles se cierran al tránsito vehicular por unas horas, normalmente los fines de semana, para que las personas puedan andar en bicicleta con libertad.
Estas rutas suelen formar un circuito amplio, ideal para recorrer en familia o con amigos. Un ejemplo muy conocido es el cierre de Paseo de la Reforma en Ciudad de México todos los domingos, donde muchas personas aprovechan el evento “Muévete en bici” para rodar entre las 8:00 a. m. y las 2:00 p. m.

¿Por qué conocer los tipos de ciclovías es útil?
Saber identificar los tipos de ciclovías que hay en tu ciudad te permite moverte con más claridad, planear mejor tus trayectos y entender cómo está funcionando el espacio para las bicis. No es lo mismo usar una ciclovía compartida que una con separación fija, y reconocer eso puede hacer que tu experiencia al pedalear sea más fluida.
Además, entender estas diferencias también te permite ver qué hace falta mejorar, qué rutas pueden cambiar y cómo podrían adaptarse otros espacios. Cada tipo de ciclovía tiene su función, y al conocerlas todas, se puede hablar con más argumentos cuando se proponen cambios o mejoras en la ciudad.
Un paso más para seguir pedaleando
Estos diferentes tipos de ciclovías no solo responden a la necesidad de moverse en bici, también reflejan cómo las ciudades están empezando a reorganizar lo que antes se consideraba inamovible. Cuando las calles ya no dan más, muchas personas simplemente piden espacio para rodar con tranquilidad y sin interrupciones.
En ese proceso, adaptar vialidades, abrir espacios libres, compartir senderos con peatones o incluso cerrar avenidas de manera temporal, se ha convertido en una forma muy clara de liberar espacio para quienes se mueven a otro ritmo. Todo esto ayuda a mejorar la calidad de vida en entornos urbanos y convierte el espacio físico —antes dominado por los autos— en rutas más accesibles para todas las personas.
Explorar los tipos de ciclovías es apenas el punto de partida. Hay muchos más detalles que marcan la diferencia entre una ruta funcional y una que nadie quiere usar: los materiales, la forma de señalizar, la forma en que se integra al entorno. Para quienes desean mirar más de cerca esos componentes, existe un espacio en línea donde se abordan a fondo estos recursos que hacen de una ciclovía un lugar más útil y bien planeado → (visita este sitio especializado para saber más).
Y si el interés va más allá de la infraestructura y entra en el terreno de la transformación urbana, también hay textos que reúnen experiencias, propuestas y aprendizajes que muestran cómo se puede repensar la ciudad desde el ciclismo → (encuéntralo en esta publicación que explora la movilidad en dos ruedas).