Andar en bicicleta es el medio de transporte más sustentable que puede haber -tan sólo detrás de caminar-, por ello, es importante que este vehículo cuente con la infraestructura ciclista necesaria para incitar a más personas a utilizarlo; y claro, esto se logra mediante la construcción de ciclovías interconectadas y canalizadas.
Garantizar caminos seguros a los ciclistas invita a que estos utilicen más la bicicleta. Sobre todo, si se trata de carriles exclusivos y separados del tránsito automotriz, como lo son las ciclovías. Esto ocurre porque muchas personas que no usan la bici temen que un automóvil las arrolle.
Si bien existen carriles exclusivos, como lo es el carril bus-bici, o incluso tramos que dan prioridad al ciclista, lo cierto es que la mayoría de los automovilistas no los respetan y terminan por invadirlos.
Tampoco ayuda el hecho de que, a pesar de que el pedalista tiene derecho a ocupar todo el carril (en ciertas vialidades), la mayoría de las veces se ve forzado a orillarse y sucumbir ante la presión de los conductores que circulan tras de él, quienes no dejan de tocar el claxon o acercarse hasta casi rozar al ciclista para que este se haga un lado.
Por ello, la mejor opción es instalar ciclopistas canalizadas, ya que incorporan elementos que actúan como barreras físicas para impedir que los carros ingresen en ellas. De esta manera, no sólo se visibiliza mucho más el carril exclusivo, sino que también se protege al usuario de la bici y se le proporciona mayor confianza en su circular, sabiendo que ya no es tan fácil que “le avienten la lámina”, como suelen decir.
Por otro lado, una vez que se cuenta con una ciclovía canalizada, el siguiente punto es que esté interconectada con otras o, por lo menos, con lugares de interés y el transporte público.
¿Qué son las ciclovías interconectadas?
Los carriles ciclistas canalizados que conforman las ciclovías interconectadas convergen, en algún punto de su recorrido, y conectan con otras ciclopistas, con el transporte público o con sitios de interés como destinos culturales y servicios públicos.
Su objetivo es conformar una red de movilidad ciclista que facilite al usuario llegar de un punto A, a un punto B, C o D utilizando únicamente la bici e intercalando fácilmente entre un carril ciclista y otro. Por ejemplo, serían el equivalente a las estaciones de Metro que permiten transbordar de una línea a otra.
Otra opción con la que cuentan las ciclovías interconectadas, es la de permitir intercalar entre la bicicleta y el transporte público. Gracias a la creación de los mega biciestacionamientos, es posible llegar a una estación del metro o Metrobús, resguardar la bici en estos lugares y, finalmente, utilizar otro transporte para llegar al destino final.
¿Dónde encuentro esta red ciclista?
Actualmente, la Ciudad de México (CDMX) cuenta con distintas ciclopistas interconectadas, aunque, la mayoría de ellas, ubicadas en las alcaldías Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo, Benito Juárez y Coyoacán, donde está centralizado la mayor parte del turismo, las zonas de oficinas, sitios de alta afluencia, vivienda y un fuerte poder adquisitivo, como la Colonia Roma y Condesa.
En estas alcaldías se concentra la mayor parte de ciclovías confinadas, así como las interconectadas, como la ciclopista de Avenida Paseo de la Reforma, que conecta con la de Floresta-Monterrey-Parque España-Nuevo León; así como la de Insurgentes, la más larga de la capital.
Por otro lado, también hay zonas que, si bien cuentan con ciclovías, como la ubicada en Río Rhin o calle Niza, son pequeñas y están alejadas de otras, como la de Avenida Revolución y la de Avenida Horacio, en Polanco.
En el extremo contrario, la alcaldía Iztapalapa tiene una ciclopista en la Avenida Circunvalación; Tláhuac en Santa Catarina y Xochimilco en la Avenida México. Todas ellas inconexas con cualquier otra dentro de la CDMX.
Es por esto que, además de contar con ciclopistas canalizadas e interconectadas, también es importante descentralizarlas. Es necesario dotar a la capital del país (¡y a todo el país!) de carriles ciclistas que hagan más fácil la movilidad de sus ciudadanos. No basta con tener ciclopistas a lo largo y ancho de las ciudades, sino que es importante contar con ciclovías interconectadas para que estas sean 100% útiles, funcionales y sirvan como agentes de cambio en la movilidad social.
